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En ciertas actividades deportivas como el running debemos dominar y mantener una correcta respiración, inhalaremos el aire por la nariz para asegurar un suministro constante de oxígeno al cuerpo.
Si la respiración no es la adecuada, el ejercicio puede dejar de ser gratificante y convertirse en contraproducente para nuestra salud, por el contrario si conseguimos dominar la respiración mejoraremos la resistencia frente al cansancio y conseguiremos un correcto funcionamiento de nuestros órganos, incluso en deportes de gran intensidad. Además, de mejorar el rendimiento.
Por otro lado, tenemos el sueño. Durante el sueño, el tono muscular se relaja y favorece la respiración a través de la boca, con lo que el sueño es más inquieto, superficial e insuficiente. En estos casos, es frecuente roncar y levantarse con la boca y la gargantas resecas, así como con la sensación de no haber descansado lo suficiente. Por eso, si favorecemos la respiración a través de la nariz, evitando hacerlo por la boca, mejoraremos el descanso nocturno.